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miércoles, 28 de enero de 2015

El caldero y el final de la cuesta de enero.



¿Un poco rebuscando en la nevera?

Os recuerdo que la receta es para dos, de modo que será necesario multiplicar según comensales. Cálculo aproximado de ésta medida, tres euros.

125 gramos de gamba arrocera, medio kilo de mejillones, medio paquete de pasta al gusto, una lata de tomate natural triturado. Sal, pimienta y especias. Si os gusta la guindilla y tenéis, también. Queso rallado.

Con las cáscaras y cabezas de las gambas y el agua de poner al vapor los mejillones se cuece la pasta (completando con más agua la cantidad necesaria.)

Mientras se hace el sofrito de tomate. Quien desee añadirle cebolla y ajo picado, que no se corte.



Una vez hirviendo despacito el tomate con todos sus aliños, se le incorporan los mejillones y las gambas. En un minuto habremos colado la pasta, escurrido bien...

Mezclarla con la salsa, llevarla a la mesa junto con el queso rallado, y buen provecho.






Imágenes propias, bajo la misma licencia que el blog.

viernes, 9 de enero de 2015

Regalo que no cuesta ni un chavo: jardin zen en miniatura.





Para estas navidades quería hacer un regalo especial en todos los sentidos para Thorongil, que pudiéramos usar ambos  para que nos trajera paz, que fuera un desafío a mi creatividad y no costara un Peru.

Había visto muchos por la red a tamaño natural jardines muy sobrios y a la vez llenos de paz y armonía, la lástima es que no vivimos en el palacio de Oriente y el espacio que tenemos es mas reducido.

Pensé en mini, me tomó mucho tiempo y fui haciendo las cosas muy poco a poco, vi jardines zen en miniatura en la red y fui mirando a mi alrededor hasta que encontré todo lo que podía necesitar.

Comencé por el continente, tenia que encontrar una caja, curiosamente, teníamos una. Había contenido inciensos y olía de maravilla el problema es que necesitaba un cambio de imagen.






Recurrí  al  betún de Judea y me puse manos a la obra, con paciencia le di una capa y esperé a que se la chupara, otra mas hasta que parecía que no necesitaba mas.

Para darle un poco de brillo le di una capa de laca de bombilla y este fue el resultado.



Ahora tocaba rellenarla de piedras pequeñas o de arena eso ya es cuestión del artesano o de los gustos del destinatario, si tenéis facilidad para conseguir arena de playa o piedras en un rio adelante.

Yo las tenia en mi haber y además en  varios colores, de estas veces que compras algo por si acaso y normalmente cuando lo compro sirve para algo.




Se cubre el fondo de piedras y se dejan planas para poder poner cosas sobre ellas.

Ahora se necesita un rastrillo, el nuestro es un tenedor de plástico, (hay la posibilidad de hacerlo a mano, o comprarlo) y lo que se le quiera poner, piedras, materiales naturales, velas inciensos  o lo que se nos pueda ocurrir que tenga sentido para la persona que vaya destinada.


Aquí os dejo algunos de mis diseños.









 La luz de una vela, un poco incienso,  musica relajante y diez minutos en nuestro jardin Zen y tranquilidad para el fin de la jornada. 

Que lo disfrutéis.

Por cierto al destinatario le gustó. :)

Imágenes propias, bajo la misma licencia del Blog.